lunes, 11 de julio de 2016

TODO ES VALIDO EN EPOCA DE CAMPAÑA ELECTORAL

​Este mes de Julio 2016 al parecer ha traído una retórica más suave con respecto al tema migratorio. Después de pasar por más de un año escuchando la retórica anti inmigrante del candidato republicano Donald Trump, y escuchar sobre la negativa de la Suprema Corte de Estados Unidos sobre la Acción Afirmativa el pasado 23 de junio, las cosas parecen querer cambiar. En ese día se esfumaron las esperanzas de unos cinco millones de indocumentados que llevan varios años en el país, a la espera de un milagro. No bastó la lucha de organizaciones pro inmigrantes e Iglesias que se apostaron frente al Senado en Washington en donde cuatro magistrados contra cuatro dejaron congelados los programas DACA y DAPA del presidente Obama. Dicho amparo habría protegido de la deportación a unos cinco millones y les concedería por lo menos un tan ansiado permiso de trabajo.

Por otra parte, el Senado dijo NO por el momento a estrictas medidas, también republicanas, que pretendían eliminar fondos a las ciudades declaradas santuario que por años han ofrecido protección a indocumentados. Dichas medidas también aumentarían las sentencias a quienes entren al país después de haber sido deportados. Las ciudades santuario presididas por sus gobiernos locales o estatales limitan la colaboración de sus departamentos de policía con el departamento de inmigración. Eso se da más que todo en ciudades en donde la presencia de hispanos es más notable. Hasta ha habido Iglesias que han proveído refugio a indocumentados cuando se han sentido que la “migra” les persigue individualmente.

Simultáneamente, un panel del noveno circuito federal ha ordenado al gobierno liberar a niños detenidos junto a sus padres, aunque estos últimos deberán permanecer detenidos. Ya en Agosto 2015 una juez federal dictaminó que no se debe de mantener detenidos a niños por más de 21 días mientras esperan que se resuelvan peticiones de asilo. Para nadie es un secreto que la situación de violencia que se vive más que todo en Centro América, en donde miles de niños están siendo acosados a integrar las “maras” o pandillas. A estos menores no les queda otra alternativa que exponerse a cruzar dos o tres países para proteger su vida.

Pero eso no es todo. El mismo día, me refiero al 6 de Julio, varios legisladores que tres años atrás fueron pieza clave en el reforzamiento de leyes anti inmigrantes, ahora en vista de las próximas elecciones en Noviembre, ya hablan de revivir la reforma migratoria que beneficiaría a unos once millones de indocumentados. Un gran sector del partido republicano está preocupado por la retórica de Trump a quien acusan de estar dividiendo el partido. Como quiera que sea en asunto de política todo es válido de cara a las elecciones. Obama en quien la mayoría de inmigrantes habían cifrado sus esperanzas al haber prometido la reforma migratoria no lo consiguió. En una medida desesperada aprobó los programas DACA y DAPA que terminaron congeladas en el Senado.

Como iglesia, cuando uno habla con colegas pastores o líderes ya sea evangélicos o católicos, la preocupación por el estatus migratorio de mucha de nuestra gente es un hecho, y constantemente estamos orando a Dios por un milagro. No creo que haya pastor, o sacerdote que no haya visto a alguno de sus fieles en apuros respecto al tema migratorio. Desde este espacio siempre que se da la oportunidad tratamos de alentar a nuestros hermanos. De acuerdo a la Biblia Dios siempre se ha interesado por el extranjero: “Y al extranjero no engañarás, ni angustiarás, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto.” (Éxodo 22:21). Y por si fuera poco Dios llama a un trato igual: ``El extranjero que resida con vosotros os será como uno nacido entre vosotros, y lo amarás como a ti mismo, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto; yo soy el SEÑOR vuestro Dios.” (Levítico 19:34).

Con las últimas noticias sobre inmigración en este mes de Julio, vemos que de alguna manera un rayo de luz brilla en el horizonte. Del lado demócrata, la candidata Hilary Clinton también ofrece beneficiar a los indocumentados. Sin embargo, con la decepción que causó el gobierno de Obama al deportar más gente que ningún otro presidente, no deja de haber cierto escepticismo. No-obstante, también los cristianos sabemos que en última instancia nuestra confianza está en Dios. Los israelitas estuvieron más de cuatrocientos años en Egipto y Él nunca los abandonó. Posteriormente estuvieron por setenta años en Babilonia y Dios siempre les guardó y les sigue guardando hasta hoy, los once millones de indocumentados en Estados Unidos tampoco están solos. DIOS ES EL MEJOR PROTECTOR.

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