Gracias a Lyndon B.
Johnson presidente de Estados Unidos (1963-1969) existe el Mes de la Herencia
Hispana. Éste es un acontecimiento en el que se reconocen los valores
culturales y el aporte económico al país por parte de quienes nacidos o no
aquí, tienen raíces en España. La mayoría de ellos son de México por compartir fronteras y
de más lejos como Centro, Sur América y el Caribe. Dicho acontecimiento tuvo su
inicio en 1968 con una semana para luego ser extendido a un mes entre el 15 de
septiembre al 15 de octubre durante el gobierno presidido por Bill Clinton
(1992-2000).
El Mes de la Herencia
Hispana se celebra entre octubre y septiembre tomando en cuenta la
independencia de México en 1810 y Centro América en 1821. México el 16 de
septiembre y Centro América el 15, así
también con el descubrimiento de América el 12 de octubre (Columbus Day en
Estados Unidos). Fue esa fecha, sólo que en 1492 en que el almirante Cristóbal Colón
procedente de España tocó tierras americanas en lo que históricamente se conoce
como el Descubrimiento de América. El Doce de Octubre se conoce también como el
Día de la Raza en la mayoría de países latinoamericanos, por tanto, fue una
idea genial de que el mes de la herencia hispana en Estados Unidos tome lugar
precisamente del 15 de septiembre al el 15 de octubre de cada año.
La comunidad hispana en
Estados Unidos experimenta a diario un crecimiento extraordinario. En lo
demográfico se habla de cincuenta millones y de ellos unos once millones son
indocumentados. Esa es la información del censo pero es posible que al hablar
de indocumentados, éstos sean más ya que muchos evitan ser contados para no
delatar su identidad. También hay estudios que comprueban que los indocumentados aportan al país mucho
más de lo que reciben. Es claro que por su falta de documentos no siempre
califican para recibir beneficios estatales y federales, no-obstante, pagan
impuestos como cualquier otro grupo. De ahí la lucha por una reforma migratoria
que cada día se ve más lejana más con el ambiente ante inmigrante de los
últimos años, pero no por eso se ha de claudicar.
Estados Unidos es un
país de inmigrantes, pero la situación es aún más profunda porque antes de que
la nación fuera fundada ya había presencia española. Quince años despué de que
Colon descubriera América, Juan Ponce de León descubrió lo que hoy es el estado de Florida. Antes de que
se hablara inglés el primer idioma que se habló fue el español, así lo
confirman historiadores como el Dr. Esdras Betancourt y el Dr. Daniel
Sánchez. Eso confirma lo que siempre se
ha dicho que los únicos cien por ciento estadounidenses son los nativos (Indios
Americanos) y quienes recibieron con
beneplácito a los peregrinos que llegaron de Inglaterra en 1620, a diferencia
de cómo los inmigrantes son vistos hoy.
Los hispanos han venido
ganando espacio gracias al liderazgo de organizaciones comunitarias e iglesias.
Mi familia y yo llegamos a este país en agosto de 1985 y todavía se hablaba muy
poco de hispanos en puestos políticos o empresariales. En lo político un nombre que sonaba era el de
Henry Cisneros ex alcalde de San Antonio Texas, hoy tenemos a Sonia Sotomayor
en la Suprema Corte. También senadores como Marco Rubio, Bob Menéndez, Javier
Becerra, Luis Gutierrez y Loreta Sánchez, en el anterior gobierno se tuvo a Carlos Gutiérrez
como secretario de comercio. Eso es a nivel federal porque si se habla en lo
estatal hay y ha habido gobernadores, asambleístas, y mucho más. En lo municipal
hay alcaldes, concejales y toda clase funcionarios públicos. Sin ir muy lejos,
en Los Ángeles se tuvo por dos períodos consecutivos al alcalde Antonio
Villaraygoza.
En 1985 cuando llegamos mi familia y yo en Los
Ángeles solo se veía el Canal 34 de Televisión en español. Pocos años después
incursionó el 52, y hoy basta con accionar el control para que en la pantalla
chica aparezca un sin fín de canales al igual que radioemisoras. Si se habla de
iglesias, más que todo de corte pentecostal, hay sectores en donde se
encuentran dos y tres en una cuadra, la falta de templos propios hace que se
instalen en donde la oportunidad se presenta. Si se habla de negocios, las
tiendas mexicanas, centroamericanas y sur americanas se han proliferado como nunca en ciudades
como Los Ángeles, San Francisco, Miami, Nueva York, Chicago por citar algunas
de las más importantes con presencia hispana numerosa. Tan es así en los
últimos meses corporaciones como Macy’s y otras de mayor relevancia se han
distanciado del precandidato republicano Donald Trump por su extrema retórica
anti-inmigrante.
La Cadena CNN reporta que de 1972 al 2011 las
inscripciones de estudiantes hispanos en universidades se quintuplico. Y por si
fuera poco hay gran cantidad de escuelas repletas de alumnos hispanos por lo
que la demanda de maestros bilingües es cada día más grande. Es tan fuerte la
influencia hispana que ambos partidos (democrata y republicano) necesitan de su
voto para ganar la presidencia de Estados Unidos. Sin embargo, la población
inmigrante cada día tiene que lidiar con la lucha cuesta arriba para enfrentar
grandes retos para mejorar el nivel de educación, salud, hablar inglés y
recuperar trabajos que se perdieron durante la recesión que inició en el 2007 con
la crisis hipotecaria.
Si bien se percibe que la economía ha mejorado
bastante a nivel nacional, el nivel de pobreza en los hispanos sigue en
aumento. Según el censo del 2010, éste aumentó del 12.3 a 13.2 millones. Se
considera pobre a una familia de cuatro personas cuyo ingreso anual sea de menos
de $22,314.00 (veinte y dos mil trecientos catorce dólares). En nuestro caso, de
acuerdo a las estadísticas de nuestra iglesia tenemos familias que están en ese
rubro, eso hace pensar que la población hispana en Estados Unidos tiene un
largo camino que recorrer. Por tanto, El Mes de la Herencia Hispana es una
oportunidad para tomar conciencia de la necesidad de impulsar los valores no
sólo culturales sino económicos de los hispanos en Estados Unidos.
La única manera de lograr mejores espacios es para
la comunidad hispana es impulsando el voto. Para ello es necesario que quienes
tienen más de cinco años de residentes se conviertan en ciudadanos
estadounidenses, esa es también la mejor manera de contrarestar el ambiente
anti-inmigrante. Los hispanos se caracterizan por ser gente trabajadora, de intenso
calor humano, apegados a su familia, a sus valores culturales y religiosos que
con su diversidad enriquecen a este país. Su único pecado ha sido el cruzar la
frontera en busca de un futuro mejor, en el caso de los centroamericanos mucho
tuvo que ver las guerras de los 70 y 80 que dieron lugar al el éxodo
centroamericano.
Finalmente, quiero destacar que el presidente
Barack Obama dijo en el 2009 lo siguiente: “Celebramos la cultura, las
contribuciones y el triunfo de nuestros hermanos hispanos que se han destacado
en el entrenamiento de las artes, el mundo de los negocios y empresas, salud,
educación, las leyes y el gobierno entre otros”. Por tanto, yo sigo creyendo en que Dios tiene
buenos propósitos para los hispanos en Estados Unidos, independiente del
ambiente hostil de los últimos años. El Mes de la Herencia Hispana es una buena
oportunidad para declarar que vienen tiempos mejores en el nombre de Jesús.
Bendiciones.
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