miércoles, 25 de junio de 2014

AL RESPECTO DE LOS NIÑOS EN LA FRONTERA SUR DE ESTADOS UNIDOS


Se necesita tener endurecido el corazón para no conmoverse al ver  las imágenes de de cientos y cientos de niños detenidos en la frontera sur de Estados Unidos. Se les ve durmiendo apiñados en el piso de ciertos lugares, que más parecen bodegas, a donde son llevados por la patrulla fronteriza cuando son detenidos o porque muchos de ellos mismos son los que se entregan.  Todo en su intento de reunirse con su padres, o porque éstos se las juegan al exponerlos a tantos peligros para por fin tenerlos con ellos. Como siempre son traídos por “coyotes” a costa de miles de dólares y en casos extremos los mismos niños se vienen solos.
El principal motivo que los está obligando a tan extrema aventura es para huír de la violencia en Centro Améria, especialmente Guatemala, El Salvador y Honduras. No es para menos. Huyen de ser secuestrados, torturados o asesinados si se resisten a ser reclutados por las pandillas, u obligados a vender drogas. Muchos de estos niños no han visto a sus verdaderos padres por años, o ni siquiera les conocen en persona porque un día emigraron al norte para proveerles un mejor futuro. En sus países viven con los abuelos o tíos quienes quedaron a cargo y ahora son quienes son extorcionados más cuando estas organizaciones criminales saben que sus víctimas tienen familiares inmediatos en Estados Unidos.
Otro motivo que está siendo divulgado por la prensa es que en los países de donde provienen les dicen que por ser menores no serán deportados. También que se pueden acoger al programa de Acción Diferida aprobada por la Administración Obama en agosto del 2012, esto es falso. Para el progarama de Acción Diferida los jóvenes soñadores o “dreamers” en ingles debieron estar en el país antes del 15 de Junio 2012. Además tuvieron que haber cumplido 16 años dentro de Estados Unidos y ser menores de 31. Es obvio que para comprobarlo se necesita en primer lugar la documentación escolar, y quienes hayan entrado después de esa fecha no tienen esa posiblidad. Lamentablemente ese es el caso de los niños que están llegando, y que de acuerdo a reportes ya suman unos 47,000 y se predice que dicha suma ascienda a 90,000.    
Otro motivo también es la desesperación y frustación de los padres en Estados Unidos ante el estancamiento de la tan ansiada reforma migratoria. Mientras la extrema republicana y el presidente se han enfrascado en un estire y encoge culpándose uno al otro, los padres ven cada día más remoto el poder viajar libremente a sus países para ver a sus hijos o que estos sean protegidos por algún programa de reunificacion familiar. Estamos cayendo como hace veinte años con la tristemente célebre proposición 187 en California. Esta pretendía negar acceso a programas de salud y educación a los indocumentados, eso provocó un movimiento sin precedentes de la población inmigrante llamado el “Ðespertar del Gigante Dormido”, la 187 fue derrotada en corte y ahora sólo es historia.
Con respecto a los 47, 000 niños que han cruzado la frontera en los últimos ocho meses, el embajador del Salvador en Estados Unidos le dijo a Jorge Ramos de Univisión que la culpa debe de ser compartida entre los gobiernos de los países de donde vienen y  éste. En palabras del Embajador, los pandilleros que están causando tanto daño más allá de la frontera sur se iniciaron en Estados Unidos. Para nadie es un secreto que el mercado principal con respecto al consumo de  drogas lo tenemos en este país, y estos miles que al ser deportados van a seguir haciendo lo mismo que aprendieron aqui.
De cualquier manera el problema es grave. El gobierno estadounidense ya ha dicho que para estos miles y miles de niños no les espera nada halagador más que la deportación. El mensaje es claro y contundente.  Eso mismo reafirmó el vicepresidente de Estados Unidos Joe Biden ante los gobiernos de Centro América y México en reciente visita a Guatemala. El presidente Otto Pérez Molina de nuevo abogó por el TPS para guatemaltecos, a lo que Biden respondió que todo depende de si es o no aprobada la reforma migratoria. Yo espero que ésta por fin sea aprobada, es mi oración a Dios constantemente y es el sentir de las iglesia evangélica, católica hispana y otras denominaciones. Lo más maravilloso sería que nuestros hermanos puedan legalizar su situación y poder salir de las sombras en Estados Unidos. Como guatemalteco me alienta lo dicho por Biden que podría haber una posiblidad para los chapines en U.S.A. Sin embargo, lo más relevante es legalizar a once millones de indocumentados que bien merecido se lo tienen, estudios imparciales dicen que aportan al país más de lo que reciben.
Finalmente, exhorto a los padres especialmente de Guatemala, El Salvador y Honduras a no exponer a sus hijos.  A no dejarse engañar por rumores mal infundados o no, basta con ver los peligros a que se exponen las personas en el tren llamado la Bestia y más cuando se trata de niños. Hay que informarse oyendo noticias en radio y televisión, hoy con la tecnología hasta en los lugares más remotos se puede conectar a la intenet y leer que mucho de lo que se dice no  es verdad. Es comprensible la desesperación por la que eventualmente muchos ya hemos pasado, pero en la condiciones actuales no es conveniente exponer a sus hijos. Por tanto, ofrezco mis oraciones por los 47,000 niños detenidos en la frontera para que no sean deportados. Ya el presidente habló de “crisis humanitaria” y eso puede ser el principio para tomarlos como refugiados, después de todo eso son. Oro por sus angustiados padres para que pronto puedan tener con ellos a sus hijos. Oro también para que en nuestros países mejoren las condiciones de vida y no tengamos que seguir viéndonos en la necesidad de emigrar hacia el norte. Mientras tanto quienes estamos aquí también necesitamos ser tratrados digna mente. ¡Dios, has que la reforma migratoria sea hecha realidad!

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