viernes, 15 de agosto de 2014

DE REFORMA A ALIVIO MIGRATORIO


La organización Chirla (Organización por los derechos humanos de los inmigrantes de Los Ángeles), organizó un foro comunitario para dar información valiosa a la comunidad del Sur Centro de Los Ángeles. El evento tuvo lugar en el All People Community Center bastante inmediato a las instalaciones de nuestra iglesia, un motivo especial por lo que no me lo podia perder. El tema de inmigración es de suma prioridad para nuestra comunidad, ahora que la tan ansiada reforma migratoria practicamente ha muerto en Washington. El hablar de un alivio migratorio revivive las esperanzas de la comunidad hispana y como congregación somos parte esencial de la comunidad.
El evento contó con la presencia de congresistas, el consejal del Distrito 9 Curren Price y líderes comunitarios. El testimonio de una señorita que sin tener “papeles” está próxima a realizar su sueños de convertirse en doctora. Así como de personas que sufren en carne propia la discriminación de ser indocumentados, personas que llevan 27 o 30 años en el país contribuyendo con sus impuestos y aportando más de lo que reciben. No podia faltar el testimonio de dos niños que han vivido el drama de cruzar la frontera, ahora que ese tema está más vibrante que nunca.  
El proyecto de reforma migratoria que el congreso aprobó en Julio 2013 con 68 votos a favor y 32 en contra no pasó en la Cámara Baja de mayoría republicana, a pesar de que estudios muestran que el 70% de los anglos la aprueban. Desde entonces el presidente Obama ha sido presionado para actuar por medio de acciones ejecutivas como lo hizo con los dreamers o soñadores. Por mucho tiempo su respuesta ha sido que no está en sus manos la legalización de once millones de indocumetados. En eso tiene razón, cualquier alivio migratorio no tendría la trascendencia ni repercusiones de una reforma, pero dadas las circuntancias,  “peor es nada”.  Como reza el dicho popular No hay mal que por bien no venga que traducido a lo dicho por el apóstol Pablo sería: “Y sabemos que a los que a Dios aman, todas las cosas les ayudan para bien” (Romanos 8:28).
El foro de Chirla trató de eso precisamente. De informar a la comunidad sobre lo que el presidente planea hacer para finales del verano, actuar ejecutivamente. No es reforma migratoria, es conceder permisos de trabajo a quienes tengan hijos nacidos en el país, tiempo en Estados Unidos y por supuesto no tener record criminal. Muchas personas viven así desde hace mucho tiempo con programas como el TPS por ejemplo. Tienen permisos de trabajo, un número de seguro social con lo que pueden obtener una identificación o licencia de manejar, pero no pueden viajar fuera del país, excepto en casos de extrema urgencia. De alguna manera Dios está contestando la oración de todos quienes abogamos en favor nuestra comunidad.
Esta clase de eventos son necesarios por la vulnerabilidad de nuestra gente. Muchos son engañados y estafados por falsos abogados, por cuanto, que que mejor que organizaciones reconocidas orienten a la comunidad. Tambien es importante preparanos ya con la documentación que sera requerida. Los hispanos somos dados a dejarlo todo para última hora y eso debe de cambiar. Es importante estar al día con los impuestos, recod de direcciones en donde se ha vivido, no deberle nada al gobierno como multas por violacines de tráncito y no tener record criminal. En casos como éste último, es recomendable asesorarse con un abogado de inmigración. En la amnistía de 1986 hubo personas que calificaban por tiempo y otras razones pero por simples violaciones de tráncito no solventadas, hasta hoy día siguen sin regular su situación migratoria. Es tiempo de que los hispanos cambiemos nuestra imagen, es verdad que hemos mejorado mucho en lo socieconómico, en educación en lo político, en lo empresarial y en muchas otras areas,  pero falta mucho más. Eso es muy poco si se habla de 50 millones de hispanos en Estados Unidos.
Finalmente, lo que viene no es reforma migratoria, es alivio de lo cual se beneficiarán entre cinco o seis millones de indocumentados. Es la mitad de los once millones que necesitan salir de las sombras, habra que seguir orando por la otra mitad. El pueblo de Israel estuvo 430 años en Egipto y otros 70 en Babilonia. Fueron sometidos por Roma en su propia tierra por más de 200 años pero Dios núnca se olvidó de ellos, aunque en muchas ocasiones así parecía. No nos desesperemos que Él es fiel y justo para con todos. Dentro de los indocumentados hay gente que ama a Dios fielmente y le sirven con fervor. SIGAMOS CONFIANDO EN EL DIOS DE LOS IMPOSIBLES.

 

 

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