Gran revuelo han causado las declaraciones del papa Francisco a bordo
del avión que lo trasladaba de regreso al Vaticano después de estar una semana
en Brasil.” Si alguien es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿Quién soy
yo para juzgarle? No debemos marginar a la gente por esto, deben ser integrados
a la sociedad”. Más adelante agregó: “El problema no es tener esa orientación
(sexual). El problema es aprovecharse de esa orientación para presionar. No
tenemos derecho a no perdonar`` concluyo.
No es un secreto que el máximo líder de la Iglesia Católica está dando
muestras de una apertura mucho más amplia dentro del catolicismo romano. De
hecho en su reciente elección se dijo claramente que el elegir a un papa
latinoamericano es para frenar el auge de la iglesia protestante; no por gusto
su viaje a Brasil fue para congraciarse más que todo con la juventud. También
es cierto que dentro de la iglesia evangélica hay cierta corriente más que todo
neo-pentecostal que cada día contextualiza su liturgia de acuerdo a la realidad
de esta era global. Es imposible pretender en pleno siglo XXI vivir ni siquiera
al estilo de hace veinte o treinta años. Si el mismo Jesucristo viviera en ésta
época volaría en aviones ultramodernos, se valdría de todos los medios
tecnológicos habidos y por haber.
Con respecto a las declaraciones del papa, él dijo: ``si un sacerdote
busca al Señor y tiene buena voluntad``. Hasta ahí todo está muy bien. Aunque en
lo que siguió diciendo es claro que hay mucha ambigüedad, por ejemplo: ``El
problema no es tener esa orientación sino el aprovecharse de esta orientación
para presionar``. Hasta el momento no se ha sabido de sacerdotes gay que
promuevan su orientación para presionar o exigir ser reconocidos. Sin embargo, con estas declaraciones no es raro que suceda en poco tiempo. También el
papa dijo que ha investigado en el vaticano y que a “decir de él” no se ha
encontrado con esa realidad y luego se rió. Sólo él y Dios saben que hay detrás
de esa risa.
Analicemos lo de: ``si alguien es gay y busca al Señor y tiene buena
voluntad”. Ese es un principio bíblico aplicado por la iglesia evangélica
basado en lo dicho por Pablo: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura
es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios
5:17). Eso desde luego tiene que ver con una real conversión a Cristo
reconociéndolo como amo, dueño y Señor de nuestras vidas. Una conversión
genuina implica nacer de nuevo, dejar la vida vieja y apartarse de ella. El
término “arrepentimiento” viene del griego ``Metanoía`` que es reconocer
el pecado, confesarlo ante Dios y apartarse, eso es cambiar la manera de pensar
o pensar diferente. De modo que reconocer a Cristo como NUESTRO SEÑOR implica también
renunciar a toda clase de idolatría (lo que más abunda dentro de la iglesia católica)
donde se es mas ``Mariano`` que cristiano.
Recientemente asistí a una misa de réquiem para apoyar a un miembro de
nuestra congregación que su suegra era católica. Allí pude ver de nuevo que en el Rosario se imploró no menos de un 90 %
aproximadamente a la virgen que a Cristo.
Reverente y sentado junto a mi esposa me pregunté: ¿A dónde queda lo dicho por Pablo a Timoteo: “Porque
hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo
hombre” (1 Timoteo 2:5). En otras
palabras, se pasa por alto el que la misma virgen María mandó a obedecerle sólo
a Él (Juan 2:5) por tanto, es muy difícil experimentar una genuina conversión
dentro del catolicismo.
De acuerdo a la ley de Dios nadie puede ser discriminado por su orientación
sexual pero si es necesario reconocer el pecado, confesarlo y apartarse el él.
Se han visto testimonios de ex homosexuales convertidos a Cristo que ahora son
grandes ministros de Dios como de lesbianas y toda clase de pecados no sólo
reintegrados sino exhortando al arrepentimiento. Sin ir muy lejos no hace mucho un ex transexual
acudió al congreso del Perú para pedir recobrar su identidad como hombre ya que
por 28 años se había identificado legalmente con nombre de mujer, así se había
casado en Francia. Medios cristianos difundieron fotografías de una bella y
atractiva mujer cuyos atributos físicos no envidian a cualquier damita.
Para Dios no hay nada imposible. Todo depende del querer y el hacer. La
persona en referencia dice que después de 28 años estando casado como mujer
escuchó el mensaje del evangelio y quedó desmayado. Mientras estaba en ese
estado oía una voz que le decía: “¡Tú eres hombre! y una vez vuelto a la
realidad ya no se reconoció como mujer. Ahora se ha hecho una serie de
implantes para recuperar su aspecto masculino y como pastor ayuda a los padres
a orientar a hijos con tendencias homosexuales para encausarlos a Cristo. En base a ello, quiero entender las palabras ambiguas
del papa Francisco en el sentido que si alguien busca al Señor, tiene buena voluntad
de renunciar a la vida vieja, es decir dejar la vida desagradable a Dios puede
alcanzar el perdón divino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario