Como era de esperarse los acontecimientos de
Boston están siendo aprovechados por unos pocos senadores,
más que todo republicanos, para de alguna manera frenar lo que ya se
consideraba un hecho, la propuesta de
reforma migratoria. Dos jóvenes
inmigrantes fueron los protagonistas de colocar dos bombas e interrumpir la
maratón más famosa del mundo en que tres personas perdieron la vida y quedaran
cientos de heridos. Uno de ellos fue abatido por la policía y el otro capturado
en tiempo record. Pero eso no es todo. Conforme pasan los días salió a la luz
que planeaban hacer lo mismo en New Yok justo en donde fueron derribadas las
torres gemelas el once de septiembre 2001. El mismo sobreviviente capturado, un
joven de 19 años fue quien lo reveló a las autoridades.
Con respecto al tema migratorio, eso mismo sucedió
después del 9-11 en tiempo de George Bush cuando la reforma migratoria era casi
un hecho pero se detuvo por razones de seguridad nacional. No hay duda que ni
en el once de septiembre 2001 ni en la tragedia de Boston fueron indocumentados
quienes cometieron los hechos. Sin
embargo, el 9-11 fue pieza clave para
acusar a los indocumentados de terroristas.
Ahora no se habla en ese tono pero Lamar Smith, republicano de Texas ha dicho
que la propuesta del Senado “provee
cobertura para los terroristas y otros que quieren dañar al país``. Al
parecer dentro del ala republicana todavía hay personas que no asimilan el
mensaje de las elecciones de noviembre en donde el voto hispano fue crucial
para el triunfo de los demócratas. Es por eso que el presidente Barack Obama
está vez ha asumido una postura firme con respecto a aprobar la reforma
migratoria.
Como quiera que sea, el país está en todo su derecho
de asegurar sus fronteras, eso va en beneficio de nuestra propia
seguridad. Es un hecho que ahora se
harán mucho más rigorosos los chequeos de antecedentes, pero de eso a retrasar la propuesta hay mucha
diferencia. Se trata de once millones de indocumentados que necesitan con urgencia ser legalizados porque eso beneficia
al país. John Boehner, líder de la cámara ha dicho que tiene más sentido
legalizar a los indocumentados “para saber quien está en el país” que mantenerlos en las sombras. En otras
palabras, la legalización es relevante por motivos de seguridad, es gente que
ya está aquí, que también aporta mucho más de lo que recibe. Por tanto, la
reforma migratoria es necesaria no sólo por razones de economía como siempre se
ha dicho, sino de seguridad.
Otro aspecto de importancia es que a partir de
noviembre 2012 cambió la percepción no
sólo del partido republicano sino que la actitud de la población estadounidense
ha cambiado substancialmente. Nunca antes las condiciones fueron tan favorables
como hoy. Hasta el lenguaje xenofóbico con
respecto a los indocumentados está mejorando. Al parecer el término ``ilegal``
está cambiando por el de ``indocumentado`` No hace mucho que un veterano senador republicano usó el calificativo
de ``espaldas mojadas`` al referirse a los indocumentados y de inmediato fue
reprendido por sus mismos colegas.
Para algunos la aprobación de la reforma migratoria
no será fácil pese a ser favorecida popularmente. Los republicanos aún insisten
en el muro fronterizo que requiere una inversión millonaria, no-obstante para
otros eso no será “eterno” dado a las condiciones demográficas mundiales que se
irán dando en esta era de globalización.
Muchos ya pronostican un alto nivel de escases de mano de obra en
Estados Unidos que le obligará a mirar allende sus propias fronteras.
En
definitivo, lo sucedido en Boston no
debe de ser excusa para frenar la reforma migratoria. Es evidente que hoy la
frontera está más segura que nunca, esperar que lo esté el cien por ciento suena como a soñar despierto. De igual manera que en el 9-11 quienes cometieron
los hechos no fueron indocumentados,
tampoco los jóvenes de Boston lo eran. Eso mismo dijo Peter Siavellis, profesor de
ciencias políticas de Wake Forest University: “no hay conexión alguna entre los
11 millones de indocumentados y estos dos jóvenes”.
Por tanto, hermanos, sigamos orando y alentando a
nuestros compatriotas, ya dijo el presidente que no pasará el 2013 sin que
hayan buenas noticias. Para los cristianos de cualquier denominación, la
legalización de nuestra gente debe ser prioritaria en nuestras oraciones.
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