¿Qué se puede esperar? Es la principal
promovedora de la tristemente célebre SB1070, la ley más represiva en cuanto a
inmigración se refiere cuyo ejemplo intentaron seguir otros estados, por lo
tanto, no es de extrañar que sea la primera en oponerse a que esos 80,000 jóvenes puedan salir de las
sombras. También ya comienzan las marchas frente al capitolio en Phoenix, la
capital del estado y abogados que
representan a los soñadores ya hablan de entablar una demanda. Hasta el momento quien ha estado calladito es
el alguacil Joe Arpaio, quizá porque está siendo demandado por discriminación racial en sus
operaciones policiacas y por dar un trato infrahumano a los internos en sus
cárceles del condado de Maricopa.
Afortunadamente
la Suprema Corte dejó sin efecto el que fuera obligación para toda persona portar
documentos que prueben residencia o ciudadanía; que los indocumentados
soliciten trabajo y que la policía arreste a las personas bajo sospecha de
estar ilegal en el país. De las tres,
ésta última era la más peligrosa porque promueve el perfil racial en lo que
podrían ser detenidos también ciudadanos y residentes. La Suprema Corte si aprobó el que la policía de
Arizona pueda pedir los papeles cuando detiene a alguien que cometa una
violación de tráfico y maneje sin licencia. Aún así el máximo tribunal dejó
abierta la posibilidad de ser demandada si se prueba que en la aplicación de la SB1070
hay discriminación.
La Acción Diferida es un alivio temporal que el
presidente debió de hacerlo desde hace tiempo así como a través de una orden
ejecutiva detuvo las deportaciones de quienes sobre ellos pesaba una orden al
respecto y que no tienen record criminal. Al principio se dijo que serían unos
800,000 jóvenes se acogerían a ella a nivel nacional, ahora se habla de cerca
de millón y medio. Son jóvenes que fueron traídos por sus padres indocumentados,
que han crecido aquí y que quiérase o no son un fuerte potencial para el futuro
de Estados Unidos. Tenemos el caso de un joven abogado, graduado con altas
notas pero que por su condición de
indocumentado su futuro sigue siendo incierto, lamentablemente no califica
porque el primer requisito es tener entre quince y treinta años, actualmente él
pasa de treinta y uno. Los otros dos
requisitos son estar sirviendo en el ejército y no tener record criminal.
Desde este espacio animamos a esos 80,000
jóvenes del estado de Arizona a aplicar, a no dejarse amedrentar por esta clase
de medidas injustas. Si califican podrán
tener un permiso de trabajo expedido por el gobierno federal y un número de
seguro social. La licencia de manejar si bien es imprescindible se podrá usar
el transporte público o buscar otros
medios para conducirse, igualmente con los beneficios del estado que al fin y
al cabo ya han venido viviendo así desde hace tiempo. Ya vendrán tiempos mejores, recuerden el dicho popular: ``No hay
mal que dure cien años ni cuerpo que los resista``. Todo lo que se debe hacer es observar una
buena conducta, rendir lo mejor en sus estudios, ya podrán trabajar legalmente,
no olviden el permiso es por dos años por lo que el buen comportamiento es determinante.
Dios es el principal protector del inmigrante.
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