Cada comienzo de año es una oportunidad de evaluar nuestra vida. Es tiempo de hacer un inventario de todas aquellas cosas que hicimos, las que funcionaron y las que no para enmendarlas y encausarlas de una manera más correcta. Algunas personas se comen doce uvas a las doce de la noche, éstas supuestamente representan los doce meses de abundancia, otros lanzan a la basura la ropa vieja y todo aquello que represente pobreza, otros visten prendas interiores de color rojo, otros se hacen baños especiales para despojarse de las malas influencias, otros recorren los alrededores de sus casas con mochilas o maletas simulando que ese año viajarán o conocerán nuevos lugares etc. Otros también consultan oráculos, las cartas del tarot, no faltan los astrólogos en los medios de comunicación prediciendo cosas buenas y malas pero muy poco buscan la verdad en Dios a través de su palabra. Hace varios años en mi país se celebraban elecciones y muchos pensaron que por estar un famoso astrólogo en la campaña política de determinado candidato ese era el seguro ganador y no sucedió así.
Los cristianos redimidos por el poder del evangelio tenemos una perspectiva diferente de ver las cosas. El futuro le pertenece a Dios y si él ocupa el primer lugar en nuestras vidas todo estará bajo su control, los teólogos hablan de más de 3,000 promesas en la Biblia para los hijos de Dios, si nos apropiamos de ellas viviremos una vida realizada en medio de las tormentas y vicisitudes de la vida.
El año que se va no deja mucho bueno que se diga especialmente en materia económica, la crisis financiera que se iniciara en el 2007 en Estados Unidos y Europa se agudizó, en palabras del propio presidente Barack Obama no se espera que la situación mejore en el 2012, el desempleo se incrementó en 5.1 % entre el 2008 y 2011.
Para los inmigrantes en Estados Unidos aparte de agudizarse leyes totalmente inhumanas en algunos estados, el año cierra con más de 400,000 deportados. En mi país Guatemala leía que este 29 de Diciembre llegó el último avión con 123 connacionales para quienes el sueño americano queda esfumado y ahora tendrán que comenzar de nuevo un futuro incierto. Por si fuera poco, con ellos la cantidad de deportados llega a 29555 superando la del 2010 que fue de 29096. Eso es hablando de Guatemala,lo triste es que a criterio de algunos expertos, de los 400,000 unos 25,0000 fueron deportados ilegalmente.
El apóstol Pablo en su carta a los romanos capítulo 12 versos del uno al tres insta a preocuparnos más por saber cuál es la voluntad de Dios para nuestras vidas tal como lo hiciera el salmista ``enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios`` (Salmo 143:10). Hoy que estamos ante la llegada del nuevo año deberíamos de comenzar por interesarnos más por lo eterno y mantener siempre un espíritu de humildad reconociendo que toda bendición viene de Dios a través del esfuerzo humano.
UN DESEO INTENSO DE AGRADAR A DIOS
Dice Pablo:``Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional`` (V: 1). Decía que los verdaderos creyentes tienen una perspectiva diferente de la vida, eso es vivir una vida de consagración a Dios siendo instrumentos de justicia. El presentar nuestros cuerpos en ``sacrificio vivo, santo y agradable a Dios`` es hacer alusión a los holocaustos del Antiguo Testamento, los sacrificios constituían en ofrendas que eran presentadas a Dios por medio de la muerte de animales como un medio de allegarse a Él. Eso tuvo su fin con la muerte de Cristo quien se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo por el pecado de todos nosotros Hebreos 9:26. Hoy ya no se habla de sacrificar animales sino de sacrificios espirituales, el apóstol Pedro dice: ``Acercándonos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, más para Dios escogida y preciosa, vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo`` (1 Pedro 2:4, 5).
Santidad.
Si durante el año que termina esto no fue posible, es tiempo de hacer votos con Dios y comenzar a vivir una vida de santidad que es uno de los principales atributos de Dios o cualidades para entenderse mejor. El significado de santo es ``apartado o separado``, hemos sido apartados o separados del mundo para un servicio especial a Dios, el apóstol llama a perfeccionar la santidad en el temor de Dios (2 Corintios 7:1).
Obediencia.
El ser humano por naturaleza se resiste a obedecer, nos gusta hacernos obedecer, es decir que nos obedezcan. Siempre he dicho que al cielo no vamos a entrar por buenos sino por obedientes, cuando obedecemos confrontamos nuestro ego y eso no es fácil, el mayor ejemplo lo tenemos en Cristo: ``estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios lo exaltó hasta la sumo, y le dio un nombre que es por sobre todo nombre`` (Filipenses 2: 8,9). Para obedecer a Dios indudablemente hay que entregarle nuestro corazón que es la cede de nuestras emociones y mantenerlo conectado en todo con las cosas celestiales, es decir los valores eternos. El rey Salomón dijo: ``Sobre toda cosa guardada guarda tu corazón porque de el mana la vida`` (Proverbios 3:2). Obedecer a Dios es poner la mirada en las cosas de arriba, no en las de la tierra (Colosenses 3:2). El Señor conociendo la debilidad humana dijo: ``No os hagáis tesoros en la tierra donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haced tesoros en el cielo donde ladrones no minan ni hurtan, porque donde estuviere tu tesoro ahí estará tu corazón`` (Mateo 6:20,21). Eso no quiere decir que no nos preocupemos por tener bienes materiales sino a no depender de ellos en todo y olvidarnos de Dios.
Llenos del Espíritu.
Pablo dice que somos templo y morada del Espíritu Santo y apela a cuidar nuestro cuerpo. ``¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Si alguno destruye el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios el cual sois vosotros, santo es`` (1 Corintios 3: 16,17). El Espíritu Santo es la tercera persona de la Trinidad, el Consolador del griego Paracletos que Cristo prometió enviar a su llegada al cielo ya resucitado si nos guardamos par Él. ``Si me amáis guardad mis mandamientos. Y yo rogaré al Padre, os dará otro consolador, para que esté con vosotros para siempre`` (Juan 14: 15,16). Si somos llenos del Espíritu de Dios no será difícil vivir una vida de santidad, obediencia y procurar la paz con nuestros semejantes.
UNA VISUALIZACIÓN MÁS PROFUNDA DE LOS VALORES ETERNOS.
Dice Pablo: ``No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de de la renovación de vuestro entendimiento, para que por ella comprobéis cual sea la buena voluntad de Dios agradable y perfecta`` (V: 2). Ya vimos que Cristo dijo que estamos en el mundo pero que no somos del mundo y agregó en su oración al Padre: ``no te pido que los quites del mundo sino que los guardes del mal`` (Juan 17:15).
No aferrarnos a este mundo.
Hablar del mundo es hablar del universo, del griego Kósmos creado por Dios como leemos en Génesis capítulo 1 y 2 pero que a causa del pecado del hombre ahora está bajo el dominio de Satanás, así lo dijo Cristo: Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera; (Juan 12:31). Cuando preparaba a sus discípulos con respecto a su muerte les dijo: ``No hablaré ya mucho con vosotros porque viene el príncipe de este mundo, y él nada tiene que ver en mí`` (14:30). Si bien dice ``será echado fuera`` mientras tanto es quien gobierna en este mundo, lo que lo detiene es el poder del Espíritu Santo porque nosotros la iglesia aún estamos aquí, en el momento en que seamos llevados con Él, éste hará de las suyas. Por eso el Señor dijo que estamos en el mundo pero no somos del mundo (Juan 17:15,16). Este mundo es efímero y pasajero así lo dice Juan: ``No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vana gloria de la vida, no proviene del Padre sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre`` (1 Juan 2: 15-17).
Aprovechar el tiempo para proclamar el mensaje de Cristo.
Al inicio de su ministerio Jesús llamó a doce hombres para que fueran sus más cercanos colaboradores, los preparó, los capacitó y los comisionó. Entre muchas de sus instrucciones les dijo: ``dad de gracia lo que de gracia recibisteis`` (Mateo 10: 8). Cuando estaba ya para volver al Padre comisionó a su iglesia a continuar la labor que el inició en lo que se conoce como La Gran Comisión: ``Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo`` (Mateo 28:19,20). En Marcos leemos: ``Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura`` (Marcos 16:15). Cristo murió para que todos sean salvos y su mayor deseo es que nadie se pierda (Juan 3:16).
Si cada principio de año es una oportunidad para evaluarnos sobre lo que hicimos y no hicimos, de nuestros aciertos y desaciertos, éste es el momento para proponernos llevar el evangelio hasta lo último de la tierra, tenemos los medios que otros no tuvieron aprovechémoslos, he aquí unas recomendaciones básicas:
Haciendo buen uso de lo que provee la ciencia humana.
La globalización provee los medios para llegar con mucha más facilidad hasta lo último de la tierra. No olvidemos que la tecnología también es arma de dos filos, desplaza la mano de obra y causa más pobreza enriqueciendo a unos pocos. Los profetas del Antiguo testamento dijeron que en los postreros tiempos la ciencia aumentaría pero también la maldad. Cristo lo corroboró cuando dijo que por ``haberse aumentado la maldad el amor de muchos se enfriará`` (Mateo 24:12).
Actualmente vemos la fiebre de las redes sociales que mientras muchos las usamos para publicar cosas positivas, unificar familias otros las usan para promover pornografía pero eso no es todo, si no se tiene cuidado se pierde la privacidad y puede ponerse en peligro hasta la vida de las personas. El uso desproporcionado de los teléfonos celulares, los jovencitos no saben ni como lavar un plato o tender sus camas, limpiar su habitación pero son expertos-hábiles en el envío de textos, en los cultos ya no se sabe si están buscando, leyendo algo de la Biblia o viendo incluso hasta pornografía, aunque parezca exagerado, es la verdad.
Somos sólo administradores.
No olvidemos que no somos dueños de nada comenzando por la vida que es un regalo de Dios, él nos la da y él también nos la quita, Pablo dice: ``nada trajimos a este mundo y sin duda alguna nada nos llevaremos`` (1 Timoteo 6:7). El verdadero dueño es Dios. El salmista dice `` De Jehová es la tierra y su plenitud, el mundo y los que en él habitan`` (Salmo 24:1). Y por si fuera poco ``mía es la plata y el oro dice Jehová de los ejércitos`` (Ajeo 2:8). Dios es el dueño de nuestro dinero y por lo tanto es deber nuestro administrarlo sabiamente comenzando por dar el diezmo que es suyo (Malaquías 3:10) y ser espontáneo en ofrendar para que el evangelio pueda llegar hasta lo último de la tierra. Tarde o temprano daremos cuenta a Dios de cómo manejamos la vida y todo porque es de Él.
UN ESPÍRITU DE HUMILDAD QUE HAGA CRECER CADA DÍA NUESTRA FE
La humildad debe de ser la principal característica del cristiano. El libro de Proverbios abunda en ello pero quiero hacer mención de lo que dice Santiago: ``Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humiles``(Santiago 4:6). Es lo mismo a lo que apela Pablo en el inicio del capítulo 12 ``Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe de tener, sino que piense de si con cordura, conforme a la medida del don de fe que Dios repartió a cada uno`` (V:3). La arrogancia no conduce a nada bueno, el cristiano debe actuar con limpieza de corazón (Mateo 5:8). Ser integro en todo, fomentar la unidad, cuidar de nuestra familia porque si ésta está unida, la iglesia también lo estará y por ende la comunidad, es tan importante la familia que en el Antiguo Testamento se encuentran unas 275 referencias a ella.
Honrar nuestra nacionalidad y respetar las leyes.
Los latinos en Estados Unidos como en cualquier país del mundo nos identificamos por ser nacionalistas, nuestra cultura la llevamos impregnada en la sangre, es por eso que nos cuesta asimilar las costumbres del país donde vivimos. Sin embargo, necesitamos tener conciencia de que este país no es nuestro, debemos respetar sus leyes hasta donde nos sea posible y adaptarnos al sistema de vida norteamericano. Dios protege al extranjero pero también éste debe comportarse de la mejor manera.
Luchar por los nuestros
Quienes tenemos documentos no olvidemos que un día también vivimos la misma situación. Si bien es cierto que las leyes anti-inmigrantes están dirigidas en la mayor parte en contra de los latinos, también en verdad que éstas están perdiendo fuerza en las cortes tal es el caso de la SB1070 de Arizona, la HB56 de Alabama y últimamente la de Carolina del Sur. Eso dice que esperemos en Dios, luchemos dignamente, él es nuestro pastor y nada nos faltará (Salmo 23:1).
Finalmente, si bien el año que termina ha sido muy difícil y desde la perspectiva humana no se visualiza mucho progreso en el 2012, una es la perspectiva del hombre y otra es la de Dios. El desempleo en Estados Unidos subió al 9.7% a diferencia del 2010 que fue 9.3%, el 2009 fue de 7.2% y un 4. 6% en el 2008, en otras palabras entre el 2008 y 2011 se incrementó en 5.1 %. Una cosa es verdad, Dios tiene cuidado de sus hijos, es el dueño y Señor del tiempo, aprendamos a tomar decisiones sabias, la vida es temporal, vivámosla bien, procuremos la paz, cuidemos nuestra salud, busquemos primero ``el reino de Dios y su justicia y lo demás vendrá por añadidura`` (Mateo 6:33). La mayoría de las iglesias acostumbramos recibir el año con un servicio de gratitud a Dios confiando en las promesas plasmadas en su palabra, esperamos las doce en el altar para encomendarnos a Él, e indudablemente éste no será la excepción. ¡Feliz año para todos...!
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