miércoles, 8 de junio de 2011

SOPLAN NUEVOS VIENTOS

La célebre ley SB1070 de Arizona y su implementación imparcial (porque aún hay ciertas partes, por cierto las más dañinas, que están bloqueadas por las cortes), abrió la puerta para que en otros estados surgieran leyes similares en materia de inmigración.

Las cifras de deportaciones de indocumentados han sido alarmantes. Están sobrepasando los límites entre lo que va del presente gobierno y los anteriores causando la mayor de las decepciones entre todos aquellos que esperábamos del gobierno de Obama, el cumplimiento a sus promesas de campaña.

Ante la desilusión por el retraso de la tan anhelada Reforma Migratoria, se optó por apoyar el Dream Act que favorece a estudiantes indocumentados regularizar su situación y poder así gozar de los mismos derechos de los estudiantes legales en las universidades. El Dream Act también está siendo rechazado por los republicanos quienes no quieren mostrar la más mínima sensibilidad, olvidando que si bien ellos pudieron haber nacido en Estados Unidos, sus padres o abuelos también fueron inmigrantes.

La medida AB540 de California persigue también que los estudiantes indocumentados gocen de los mismos derechos en las universidades, también ha sido cuestionada y demandada pero después de pasar por todas las instancias, la Corte Suprema de Estados Unidos la ha avalado. Con ello, el máximo tribunal de la nación ratifica lo que ya había sido aprobado por la Suprema Corte de California por decisión unánime.

Charles Robinson, a nombre del Sistema de Universidades de California dijo: ``Estamos muy contentos con la conclusión del litigio. Igualmente nos sentimos gratificados de que los estudiantes que han asistido y se han graduado de la preparatoria en California, y que han logrado las metas académicas para calificar para UC, puedan continuar teniendo acceso a las oportunidades de una educación superior, independientemente de su estado migratorio``.

Como pastor, a lo largo de mis años de ministerio he visto la frustración de muchos jóvenes graduarse de la secundaria y no poder continuar su superación académica, por el simple hecho de: ``no tener papeles`` porque de otra manera tendrían que pagar los altos costos de la educación superior en Estados Unidos.

Cuando digo ``Soplan nuevos vientos`` es porque ya nuestra comunidad está cansada de escuchar o leer sólo cosas negativas, xenofóbicas, en contra de los hispanos que somos estereotipados por el simple hecho del color de la piel.

En artículos anteriores y en determinado momento he fijado mi postura en este espacio sobre lo que dice Dios a cerca del inmigrante y como debe ser tratado con dignidad y respeto. Coincido también en que al presidente Obama le está faltando autoridad y voluntad política para hacer valer sus medidas ejecutivas y escudarse en el argumento de que no puede pasar por encima del Congreso.

El pueblo de Dios no debe bajar la guardia. Es verdad que este es un país de leyes y que éstas deben ser respetadas, pero nadie puede negar que los indocumentados representan una fuerza laboral extraordinaria, que hacen trabajos que los anglosajones no hacen y que por sobre todo somos un país de inmigrantes. Estados Unidos no tiene solvencia moral para promover leyes inhumanas. URGE LA REFORMA MIGRATORIA.

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