Me
parece maravilloso que en el mes de la independencia de México y Centro
América el estado de California haya
aprobado la licencia de manejar para indocumentados por medio de la medida AB60. Un privilegio que fue
negado a partir de 1996 porque antes solo bastaba presentar un certificación de
nacimiento o un pasaporte y por supuesto, aprobar el examen de manejo, para que
el Departamento de Vehículos la concediera. La negativa de las licencias provocó el que muchos
emigraran a otros estados que todavía las proveían aunque con la persecución a
la inmigración indocumentada, muchos de esos estados también comenzaron a
negarlas. Con la aprobación de la
licencia de manejar para indocumentados California se suma a los estados de
Nuevo México, Utah, Washington, Illinois, Nevada, Oregon, Mariland, Vermont,
Colorado y Connecticut que ya proveen licencias a indocumentados.
Gray Davis el penúltimo gobernador del estado firmó
en las últimas horas de su administración un proyecto de licencias aprobado por
la legislatura del estado, luego su succesor el republicano Arnold Schwarzenegger lo denegó de
inmediato. A partir de ahí comenzo una
lucha cuesta arriba por el senador Gill Cedillo, actual consejal del Distrito
uno de la ciudad de Los Ángeles. Cedillo presentó varios proyectos que iban y
venían siempre tratando de cumplir con las exigencias del Schwarzenegger pero
cuando llegaba el momento se negaba a
firmarlas por supuesto siguiendo la política republicana. Todo el esfuerzo de Gil Cedillo lo ha
continuado el senador de Salinas California Luis Alejo quien ha dicho: “Esta
medida tendra un impacto positivo en las vidas de más de dos millones de
inmigrantes”, la medida fue aprobada por 55 votos y 20 en contra, lo que no suena agradable es que hay que esperar hasta Enero del 2015 para su funcionamiento.
Ahora
el actual gobernador Jerry Brown promete firrmar la ley que permite obtener el
tan preciado documento para quienes carecen de documentos migratorios. A dicho también que este es un mensaje para
el gobierno en Washington especialmente para el congreso sobre la urgente
necesidad de aprobar la reforma migratoria. Por su parte el senador demócrata de Los
Ángeles Kebin de León dijo: “Esta medida es la culminación de una década de
muchos esfuerzos. Y finalmente vamos a tener carreteras con conductores entrenados
con una licencia y un seguro”. Claro que
sí. Muchos de los accidentes son ocasionados por conductores sin licencia
quienes se dan a la fuga por no tener una licencia que los respalde.
Si
bien como se ha dicho las licencias para indocumentados sólo servirán para
manejar y no para otros trámites ante el gobierno, el simple hecho de conducir
libremente es un enorme paso en su favor. Se podrá comprar el seguro requerido
por la ley pero lo importante del caso es que al tener que pasar el examen de
manejo, las personas podrán empaparse mejor de los requerimientos de la
ley. Pero más importante aún es que los
carros ya no serán decomisados ni tendrán que esperar 30 días pagando entre
$1200.00 y $ 1500.00 de multa aparte de tener que comparecer en corte y pagar
el ticket no menos de $400.00. Eso hacía que muchos se resignaran a ya no
reclamar el vehículo favoreciendo a quienes los compran a la ciudad para
revenderlos y lucrar con el sudor y
dolor de los indocumentados. Más triste
es que que cientos de indocumentados han
sido puestos en manos del Departamento
de Inmigración cuando son detenidos por policias racistas.
Si
bien la licencia de manejar es un gran paso en favor de la inmigración indocumentada
que dos o tres años atras era un sueño imposible debido a la retórica
anti-inmigrante, el verdadero problema es la falta de la tan ansiada reforma
migratoria. Es loable la valentía de más de cien mujeres entre ellas muchas
indocumentadas que se manifestaron
frente al capitolio en Washinton demandando su aprobación, hoy que el conflicto
en Siria parece desviar la atención del gobierno en cuanto al problema
migratorio. Recientemente una coalición
de pastores representado unas 1200 iglesias se pronuciaron frente al edificio
federal del centro de Los Ángeles, lo mismo lo está haciendo la iglesia
católica. El presidente Obama lo está empujando fuertemente ante la frustación
que causó en su primer periodo de gobierno.
Como cristianos y líderes no debemos quitar el dedo del renglón. URGE LA REFORMA
MIGRATORIA.
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