martes, 12 de febrero de 2013

HABLANDO DE ABUSO O MALTRATO INFANTIL


Recientemente al igual que muchos usuarios de las redes sociales y televidentes fui conmovido al ver un video que fue publicado primero en Youtube, luego visto en televisión y compartido en las redes. Se trata de un niño de entre tres y cuatro años aproximadamente a quien le hacían un tatuaje en su brazo mientras era sujetado por una mujer que al parecer es su madre. Ante los fuertes llantos del pequeño a causa del fuerte dolor, el mismo individuo a quien nos sé si llamarle ``artista`` trataba de calmarlo  como si se tratara de una inyección o vacuna  que el doctor le estuviera aplicando. Desafortunadamente ni los llantos y súplicas del infante eran atendidos por los ``desnaturalizados`` porque no merecen otro calificativo.
 
            Inmediatamente de ser visto el video abundaron los comentarios en las redes sociales censurando la crueldad a que el niño estaba siendo sometido.  ``Aún en el caso de que él lo hubiera pedido desconociendo el dolor que le causaría, por su edad no tiene capacidad de decidir, lo más  correcto es no permitirlo hasta que tenga uso de razón`` era básicamente la opinión de la mayoría.
 
            No hace mucho de este terrible caso, en Facebook apareció otro video en que se veía a otra mujer al parecer furiosa lanzarle almohadazos a un niño de aproximadamente un año quien no paraba de llorar. Un tanto oculto a un lado de una pared se veía a un hombre que  al parecer era quien grababa la escena, la mujer no contenta con ello sujetaba la carita del niño con la almohada.
 
No habían pasado muchos días cuando apareció otro video también en Facebook  en que se veía  a otra mujer supuestamente jugar con otro bebito de aproximadamente menos de un año.  Lo tomaba de los bracitos y hacía con él  una serie de piruetas como si se tratara de un simple objeto. Luego lo tomó de los piecitos, los mecía hacia los lados, en los movimientos se lo pasaba de una mano a otra, a veces lo colgaba de un piecito y luego del otro, lo mecía bruscamente a tal grado que yo por instantes sentía que se le soltaba y se estrellaba contra la pared o contra el piso. Por último la mujer quizá ya cansada lo lanzó de pancita en la cama, le hizo unas cuantas caricias y ya no se vio más. Mi pregunta en Facebook fue: ¿Será esa una buena manera de jugar con un bebé? Los comentarios de reproche hacia la mujer no se hicieron esperar.
 
            El abuso,  maltrato infantil y hasta horrendos crímenes están a la orden del día. Actualmente en Guatemala está siendo juzgada una mujer que asesinó de 52 golpes a su hijita de tres años.  Aún ya muerta le propinó otros 53 golpes para  luego reportar a la policía argumentando que las dos habían sido secuestradas. Por la hora en que los forenses determinaron la muerte de la menor y el tiempo en que ella acudió a la policía, las autoridades concluyeron que la asesina era ella, su propia madre. Cuando el cuerpecito fue encontrado tenía una mordedura cuya herida coincidió con la dentadura de la mujer y además tenía dislocado el cuello, esa madre está ahora a punto de ser condenada a 65 años de prisión. Es verdad que este último caso es un parricidio, muy diferente a los otros, pero el punto es que se trata de actos en contra de seres indefensos quienes por lógica deberían de ser protegidos por los adultos.  
 
En Estados Unidos constantemente se oye la queja de que el gobierno les quita autoridad a los padres sobre sus hijos. Basta con que un vecino llame al Sistema de Bienestar de Menores denunciado que alguien abusa de niños para que los trabajadores sociales se hagan presentes y hagan temblar a los padres. Eso significa que de comprobarse el abuso el gobierno toma a los niños, los lleva a casas de crianza y en casos extremos los padres los pierden definitivamente. Es verdad que hay casos en que en mi opinión el gobierno se excede, los trabajadores sociales a veces exageran, pero cuando se ve el abuso o mal trato infantil y hasta crímenes que conmueven nuestras entrañas, pienso en lo que mi padre decía: ``de dos males, el menos mal``.
 
En nuestro caso como padres de familia, siempre que llevábamos a nuestros hijos al doctor para ser inyectados o vacunados teníamos que hacernos de ``corazón duro``.  Muchas veces yo volvía la mirada hacia un lado para no ver cuando les introducían las agujas, me decía dentro de mí mismo ``mejor me lo hicieran a mí y no a ellos``. Por tanto,  en el caso del tatuaje, no sólo la madre es culpable sino la persona que lo hace. No sé de quién fue la decisión de publicarlo, sin embargo, quien haya sido quizá lo considera gracioso, al igual que los otros, esos videos pueden ser la evidencia para ser castigados por la ley. Me gustaría saber que dichas personas ya están siendo procesados o al menos investigados, por su puesto que nececitan conocer el amor de Dios, pero la ley es la ley.  
 
 

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