Este martes 7 de Noviembre se estarán celebrando
elecciones presidenciales en Estados Unidos. Los dos candidatos contendientes
son el actual presidente Barack Obama y el republicano Mitt Romney, el primero pidiendo cuatro años más y el segundo desacreditando
la administración demócrata de Obama especialmente en el índice de desempleo y
por lo tanto en el manejo de la economía. Al parecer Romney como empresario con
una fortuna multimillonaria cree tener la capacidad de llevar al país a un
nivel de vida mucho mejor en materia económica.
Quienes seguimos los debates entre uno y el otro pudimos
constatar que ambos son hábiles oradores que tienen un alto perfil de
estadistas, sin embargo, en el tercer debate sobre política internacional se
vio a un Romney cambiante en sus posiciones y a un Obama seguro de sí mismo y
de sus acciones gubernamentales.
En cuanto a nosotros los hispanos, ninguno ofrece la
mejor opción. Obama sigue apoyando la reforma migratoria y promete luchar para que
en un segundo período se haga efectiva, mientras que Romney le acusa de haberla
ofrecido en su anterior campaña y no cumplirla. Obama acusa a los republicanos
de ser los causantes de que ésta no se haya logrado por su fuerte oposición en
el congreso y el senado. Obama también dice que los primeros cuatro años de su
gobierno se dedicó a restaurar la economía en muy mal estado que recibió de
George Bush.
Romney
favorece la auto-deportación, dice que no es posible deportar a doce millones
de indocumentados pero cuando habla de auto deportación, esto es desesperarlos
para que por ellos mismos abandonen el país. Es verdad que esta gente ha
violado las leyes migratorias pero ya están aquí, están produciendo y aportando
mucho más de lo que reciben, sus hijos han nacido aquí, otros están casados con
ciudadanos o ciudadanas estadounidenses. Promover la auto-deportación es estar
a favor de la separación familiar, uno de los vínculos más sagrados, es atentar
contra los derechos humanos más fundamentales.
Por otra parte
vemos a un Obama que ha deportado a más indocumentados como ningún otro
presidente, apoya el matrimonio homosexual y el aborto contradiciendo la
Palabra de Dios. El evangelista Billy Graham acaba de reiterar que el alejarse
de Dios está trayendo la mayor crisis a Los Estados Unidos y de seguir así
tampoco se perfila un futuro prometedor. Romney defiende el matrimonio entre
hombre y mujer pero pertenece a la religión mormona que se bautizan por los
muertos y profesan otras creencias anti bíblicas provenientes de su profeta
José Smit.
Ante tal situación hablando de los latinos o hispanos no
se perfila un futuro halagador, una prueba más de que nuestra confianza no debe
depender de los hombres sino de Dios. En la Biblia encontramos que Dios siempre
se preocupó por el bienestar de los extranjeros, así lo pide a los israelitas:
``Y al extranjero no engañarás, ni angustiarás, porque extranjeros fuisteis
vosotros en tierra de Egipto; como a un natural entre vosotros tendréis al
extranjero que mora entre vosotros, y lo amarás como a ti mismo`` (Éxodo 22:21;
Levítico 19:33). El mismo Jesucristo fue extranjero en Egipto cuando José y
María huyeron de Herodes y a su regreso se radicaron en Nazaret que no era su
ciudad natal.
Una cosa si es verdad. Los cristianos debemos ser los
primeros en cumplir con nuestros deberes cívicos y uno de ellos en votar. Por
tanto, todos que pueden hacerlo deben acudir a las urnas y votar por el
candidato que le dicte su conciencia, para eso necesitamos buscar la dirección
de Dios, el Espíritu Santo es quien nos guía a toda verdad y justicia. En lo
personal no siempre voto por el partido si no por el candidato que a mi juicio
ofrece la mejor opción, no olvidemos que es Dios quien pone y quita reyes, que
no se mueve ni la hoja de un árbol sin el poder de Dios, los israelitas entre
más los reprimían en Egipto, más se multiplicaban.
Hablando de los hispanos, los pronósticos auguran que en
unos cuantos años habrá un presidente hispano en la casa blanca, si bien se nos
dice que somos la minoría más grande en el país, ya somos 50 millones y hablar
de esa cantidad es hablar de algo que no puede ser ignorado. Tanto demócratas
como republicanos saben que no pueden ganar la Casa Blanca sin el voto hispano.
Ya hemos ganado mucho espacio en lo político, económico y porque no decir en lo
religioso, Estados Unidos ha sido el principal exportador del evangelio, ahora
somos nosotros quienes se los estamos trayendo.
Siempre hemos dicho que este es un país de inmigrantes
por lo que no tiene autoridad moral para perseguirlos. Estamos aquí por
necesidad y por lo tanto creemos que independiente de quien sea el presidente, Dios estará con nosotros. Oremos para que
sea Él quien decida nuestro futuro este martes 7 de Noviembre. A votar todos, Aleluya.
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