Recientemente
leí un artículo escrito por el Reverendo Samuel Rodríguez titulado: ``El apoyo
Cristiano a la Definición del Matrimonio es una Cuestión de Fe, no de
política.`` Es obvio que la posición del autor es en respuesta a las
declaraciones del presidente Obama hace unos meses sobre el apoyo al matrimonio
homosexual y como las declaraciones del presidente podrían repercutir en el
voto hispano en las próximas elecciones.
Siempre que se
toma el tema de los homosexuales y la posición cristiana de acuerdo a la enseñanza
bíblica ellos y sus defensores apelan a
los derechos de cada ser humano; que
Dios es amor y por lo tanto no odia ni discrimina a nadie.
El autor del
citado artículo habla de la verticalidad de la imagen de Dios en el hombre. Ésta
está estampada en todo ser humano porque eso es lo que dice la Biblia que todos
somos hechos a su imagen, como lo es con los afroamericanos, blancos, ricos,
pobres, heterosexuales, homosexuales, ciudadanos e indocumentados, en otras
palabras, Dios no discrimina a nadie.
Dice el autor: ``Nuestro reto es ver la imagen de Dios en cada ser humano
incluyendo aquellos con los que no estamos de acuerdo. Nuestro reto es ver la
imagen de Dios en aquellos que se nos oponen. Nuestro reto es ver la imagen de
Dios en aquellos que nos persiguen y nos calumnian. Nuestro reto es ver la
imagen de Dios en amigos y enemigos, conocidos y desconocidos, fuertes y
débiles, opresores y liberadores.``
La Biblia es
clara y vertical. El matrimonio es entre un hombre y una mujer, si Dios hubiera
querido desde el principio hubiera hecho Adán con Adán y Eva con Eva. La ciudad
de Sodoma fue arrasada de la faz de la tierra porque al igual que hoy las
relaciones sexuales entre hombres con hombres era el tema de todos los días
(Génesis 13:13; 18:20; 19:24).
Dice el autor:
``La agenda de Cristo es de rectitud y justicia, santificación y servicio,
pacto y comunidad, santidad y humildad, convicción y compasión. Es ésta agenda
la que provee la imperativa moral para defender la verdad bíblica con amor y
civilidad.`` Los homosexuales son personas necesitadas de amor, no sólo de amor
erótico, ni filial sino del amor de
Dios, del amor con que Cristo nos amó en la cruz, necesitan experimentar un
real encuentro con el Salvador, el que dice: ``Venid a mi todos los que estáis
trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y
aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para
vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga`` (Mateo 11: 28,
29).
Dice el autor:
``Para los hispanos, nuestro apoyo a la definición bíblica del matrimonio no es
una cuestión de política sino de fe. Es nuestra fe la que nos impulsa a cuidar
al pobre y hablar en contra de la injusticia. Es nuestra fe la que nos lleva
como hispanos evangélicos a hablar en contra de la intimidación y la
persecución de los homosexuales y lesbianas en los países del tercer mundo. Es
nuestra fe cristiana la que nos requiere mantener la definición del matrimonio
como una unión sagrada entre un hombre y una mujer.``
Perseguir e intimidar a los homosexuales a
parte de ser en contra de la enseñanza bíblica que nos manda a amar al prójimo
como a nosotros mismos, es un delito en contra de las leyes de nuestros países
y debe de ser castigado. Dios ama a los homosexuales pero no su homosexualidad,
esa es nuestra posición cristiana
evangélica. Es verdad que Dios es amor pero tampoco puede contradecir lo que él
mismo ha establecido, el matrimonio entre un hombre y una mujer. En otras
palabras, el matrimonio heterosexual. Dice el autor: ``Entendemos que el
matrimonio con una mamá y un papá en el hogar sirve como antídoto principal en
contra del embarazo en adolescentes, actividad en pandillas, abuso de drogas,
delincuencia juvenil y muchas otras enfermedades sociales``.
Parafraseando lo
que dice el autor, nuestra defensa del matrimonio heterosexual no es estar en
contra de los homosexuales ni de nadie, es defender la supremacía de la palabra
de Dios de la cual nadie puede estar por encima de ella. Si los homosexuales se
sienten discriminados, lo mismo podríamos decir los heterosexuales por la
declaración del presidente. Es nuestro deber orar por él no necesariamente por lo
que acaba de decir sino porque así lo manda la Escritura.
Recientemente me
comentaba una madre que su hijo adolescente llegó un día muy preocupado porque
su maestra, que es lesbiana, se quejó frente a ellos de que los cristianos nos les
aman. La maestra se preguntó: ¿en dónde está el amor de los cristianos? Los
homosexuales constantemente dicen que muchos de los heterosexuales carecemos de
información sobre ello, yo me pregunto si el comentario de esta maestra frente
a sus alumnos fue algo malicioso o también es carencia de información. Dios y
la mayoría de cristianos por principio amamos a los homosexuales pero no
compartimos su homosexualidad.
Para los
defensores del matrimonio heterosexual no es nada extraño todos los movimientos
al respecto, todos somos producto de una naturaleza caída desde el pecado de
Adán y Eva pero también hasta el momento hay oportunidad para todo aquel que
esté dispuesto a oír la voz de Dios. Es verdad que todo ser humano goza de lo
que para muchos es libre albedrío pero también así se dará cuenta a Dios de
todas las acciones que se tomen en la vida.
Cualquier
persona conocedora genuinamente de la Palabra de Dios vive preocupada por la
decadencia espiritual de Estados Unidos. El país que fue fundado bajo
principios cristianos y que se ha caracterizado por ser un gran exportador del
evangelio, ahora cada día se aleja más
de Dios. Eso mismo dice el también connotado evangelista Billy Graham: ``Los
estadounidenses están centrados en si mismo e indulgentes consigo mismos, son
arrogantes, y no sienten vergüenza por el pecado. Estos pecados son ahora
emblemas de la sociedad americana. La sociedad estadounidense está tratando de
evitar cualquier posibilidad de ofender a alguien. Simplemente no les importa
ofender a Dios. Cuando estamos más lejos de Dios, más se sale de control el
mundo`` (Noticia cristiana.Com).
Por último, este
artículo no busca crear controversia y no veo razón para ello. Humildemente he
tratado de comentar lo expuesto por el Reverendo Samuel Rodríguez reforzándolo
con lo dicho por Billy Graham y
reafirmar las enseñanzas de la Palabra de Dios. Hay una sola palabra clave:
ARREPENTIMIENTO. Es lo que Estados Unidos Necesita: arrepentirse como se
arrepintió la ciudad de Nínive cuando el profeta Jonás anunciaba su inminente
destrucción a causa de sus múltiples pecados. El propio rey decretó que toda la
ciudad debía volverse a Dios y el juicio no sucedió (Jonás capítulo 3). Jesucristo dijo: ``Porque a todo aquel que a
quien se le haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya
confiado, más se le pedirá`` (Lucas 12:48).
La Biblia es el
libro que históricamente ha sobrevivido toda clase de persecuciones. Sin
embargo, es el libro traducido a más idiomas y dialectos como ningún otro, ella
misma lo dice: ``Secase la hierba, marchitase la flor; mas la palabra de Dios
permanece para siempre`` (Isaías 40:8; 1 Pedro 1:24). Anticipo que no
contestaré ningún comentario ya sea a favor o en contra, ofrezco mis oraciones
para todos aquellos que se sientan aludidos, el cielo es para todos, solamente
necesitamos arrepentirnos de nuestros pecados y obedecer la Palabra de Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario