martes, 31 de julio de 2012

LA HOMOSEXUALIDAD Y LA SUPREMACÍA DE LA PALABRA DE DIOS

Recientemente leí un artículo escrito por el Reverendo Samuel Rodríguez titulado: ``El apoyo Cristiano a la Definición del Matrimonio es una Cuestión de Fe, no de política.`` Es obvio que la posición del autor es en respuesta a las declaraciones del presidente Obama hace unos meses sobre el apoyo al matrimonio homosexual y como las declaraciones del presidente podrían repercutir en el voto hispano en las próximas elecciones.
Siempre que se toma el tema de los homosexuales y la posición cristiana de acuerdo a la enseñanza bíblica ellos  y sus defensores apelan a los derechos de cada ser humano;  que Dios es amor y por lo tanto no odia ni discrimina a nadie.

El autor del citado artículo habla de la verticalidad de la imagen de Dios en el hombre. Ésta está estampada en todo ser humano porque eso es lo que dice la Biblia que todos somos hechos a su imagen, como lo es con los afroamericanos, blancos, ricos, pobres, heterosexuales, homosexuales, ciudadanos e indocumentados, en otras palabras,  Dios no discrimina a nadie. Dice el autor: ``Nuestro reto es ver la imagen de Dios en cada ser humano incluyendo aquellos con los que no estamos de acuerdo. Nuestro reto es ver la imagen de Dios en aquellos que se nos oponen. Nuestro reto es ver la imagen de Dios en aquellos que nos persiguen y nos calumnian. Nuestro reto es ver la imagen de Dios en amigos y enemigos, conocidos y desconocidos, fuertes y débiles, opresores y liberadores.``
La Biblia es clara y vertical. El matrimonio es entre un hombre y una mujer, si Dios hubiera querido desde el principio hubiera hecho Adán con Adán y Eva con Eva. La ciudad de Sodoma fue arrasada de la faz de la tierra porque al igual que hoy las relaciones sexuales entre hombres con hombres era el tema de todos los días (Génesis 13:13; 18:20; 19:24).

Dice el autor: ``La agenda de Cristo es de rectitud y justicia, santificación y servicio, pacto y comunidad, santidad y humildad, convicción y compasión. Es ésta agenda la que provee la imperativa moral para defender la verdad bíblica con amor y civilidad.`` Los homosexuales son personas necesitadas de amor, no sólo de amor erótico, ni filial  sino del amor de Dios, del amor con que Cristo nos amó en la cruz, necesitan experimentar un real encuentro con el Salvador, el que dice: ``Venid a mi todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga`` (Mateo 11: 28, 29).
Dice el autor: ``Para los hispanos, nuestro apoyo a la definición bíblica del matrimonio no es una cuestión de política sino de fe. Es nuestra fe la que nos impulsa a cuidar al pobre y hablar en contra de la injusticia. Es nuestra fe la que nos lleva como hispanos evangélicos a hablar en contra de la intimidación y la persecución de los homosexuales y lesbianas en los países del tercer mundo. Es nuestra fe cristiana la que nos requiere mantener la definición del matrimonio como una unión sagrada entre un hombre y una mujer.``

 Perseguir e intimidar a los homosexuales a parte de ser en contra de la enseñanza bíblica que nos manda a amar al prójimo como a nosotros mismos, es un delito en contra de las leyes de nuestros países y debe de ser castigado. Dios ama a los homosexuales pero no su homosexualidad,  esa es nuestra posición cristiana evangélica. Es verdad que Dios es amor pero tampoco puede contradecir lo que él mismo ha establecido, el matrimonio entre un hombre y una mujer. En otras palabras, el matrimonio heterosexual. Dice el autor: ``Entendemos que el matrimonio con una mamá y un papá en el hogar sirve como antídoto principal en contra del embarazo en adolescentes, actividad en pandillas, abuso de drogas, delincuencia juvenil y muchas otras enfermedades sociales``.
Parafraseando lo que dice el autor, nuestra defensa del matrimonio heterosexual no es estar en contra de los homosexuales ni de nadie, es defender la supremacía de la palabra de Dios de la cual nadie puede estar por encima de ella. Si los homosexuales se sienten discriminados, lo mismo podríamos decir los heterosexuales por la declaración del presidente. Es nuestro deber orar por él no necesariamente por lo que acaba de decir sino porque así lo manda la Escritura.

Recientemente me comentaba una madre que su hijo adolescente llegó un día muy preocupado porque su maestra, que es lesbiana, se quejó frente a ellos de que los cristianos nos les aman. La maestra se preguntó: ¿en dónde está el amor de los cristianos? Los homosexuales constantemente dicen que muchos de los heterosexuales carecemos de información sobre ello, yo me pregunto si el comentario de esta maestra frente a sus alumnos fue algo malicioso o también es carencia de información. Dios y la mayoría de cristianos por principio amamos a los homosexuales pero no compartimos su homosexualidad.
Para los defensores del matrimonio heterosexual no es nada extraño todos los movimientos al respecto, todos somos producto de una naturaleza caída desde el pecado de Adán y Eva pero también hasta el momento hay oportunidad para todo aquel que esté dispuesto a oír la voz de Dios. Es verdad que todo ser humano goza de lo que para muchos es libre albedrío pero también así se dará cuenta a Dios de todas las acciones que se tomen en la vida.

Cualquier persona conocedora genuinamente de la Palabra de Dios vive preocupada por la decadencia espiritual de Estados Unidos. El país que fue fundado bajo principios cristianos y que se ha caracterizado por ser un gran exportador del evangelio,  ahora cada día se aleja más de Dios. Eso mismo dice el también connotado evangelista Billy Graham: ``Los estadounidenses están centrados en si mismo e indulgentes consigo mismos, son arrogantes, y no sienten vergüenza por el pecado. Estos pecados son ahora emblemas de la sociedad americana. La sociedad estadounidense está tratando de evitar cualquier posibilidad de ofender a alguien. Simplemente no les importa ofender a Dios. Cuando estamos más lejos de Dios, más se sale de control el mundo`` (Noticia cristiana.Com).  
Por último, este artículo no busca crear controversia y no veo razón para ello. Humildemente he tratado de comentar lo expuesto por el Reverendo Samuel Rodríguez reforzándolo con lo dicho  por Billy Graham y reafirmar las enseñanzas de la Palabra de Dios. Hay una sola palabra clave: ARREPENTIMIENTO. Es lo que Estados Unidos Necesita: arrepentirse como se arrepintió la ciudad de Nínive cuando el profeta Jonás anunciaba su inminente destrucción a causa de sus múltiples pecados. El propio rey decretó que toda la ciudad debía volverse a Dios y el juicio no sucedió (Jonás capítulo 3).  Jesucristo dijo: ``Porque a todo aquel que a quien se le haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá`` (Lucas 12:48).

La Biblia es el libro que históricamente ha sobrevivido toda clase de persecuciones. Sin embargo, es el libro traducido a más idiomas y dialectos como ningún otro, ella misma lo dice: ``Secase la hierba, marchitase la flor; mas la palabra de Dios permanece para siempre`` (Isaías 40:8; 1 Pedro 1:24). Anticipo que no contestaré ningún comentario ya sea a favor o en contra, ofrezco mis oraciones para todos aquellos que se sientan aludidos, el cielo es para todos, solamente necesitamos arrepentirnos de nuestros pecados y obedecer la Palabra de Dios.

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