``Cesar las
deportaciones de jóvenes inocentes que tienen potencial de impulsar la economía
del mañana es algo que debió hacerse desde hace mucho tiempo, al igual que
muchas reformas de sentido común``.
Con este comunicado reacciona el alcalde de Nueva York Michael Bloomberg ante el sorpresivo anuncio del presidente Obama de parar las deportaciones y conceder permiso de trabajo a jóvenes traídos a Estados Unidos antes de los 16 años, que hayan terminado la secundaria, que tengan menos de 30 años y que no tengan record criminal.
Con este comunicado reacciona el alcalde de Nueva York Michael Bloomberg ante el sorpresivo anuncio del presidente Obama de parar las deportaciones y conceder permiso de trabajo a jóvenes traídos a Estados Unidos antes de los 16 años, que hayan terminado la secundaria, que tengan menos de 30 años y que no tengan record criminal.
Lo que para unos
es una medida política en época de elecciones, para otros como el alcalde de
Nueva York el presidente debió de haber
escuchado el clamor de todos estos jóvenes que han venido luchando por ello
desde hace tiempo. El caso es que este 15 de Junio el anuncio causó revuelo a lo largo y ancho de la Unión
Americana por la comunidad inmigrante, en este caso no hablaríamos solo de los
latinos aunque a todas luces ésta es la
minoría más grande que sufre toda clase de estereotipos.
Volviendo al
alcalde de Nueva york, él considera que el sistema migratorio actual vulnera el
desarrollo de la economía de su ciudad y del país, justo cuando más se requiere
impulsarla. ``Tenemos un sistema que está estrangulando nuestro crecimiento
económico al perseguir a los emprendedores que pueden crear empleos y a la
gente talentosa que las empresas necesitan para triunfar y crecer`` agregó.
Se trata de unos
800, 000 jóvenes que fueron traídos por sus padres, se han educado y se están
educando aquí, hablan inglés y no conocen otro país. Es lo que dijo el
presidente: `` Estos jóvenes son americanos en sus corazones, en sus mentes,
excepto en papel; pónganse en sus zapatos. No tiene sentido expulsarlos del
país, simplemente por las acciones de sus padres. Esto no es amnistía, no da
inmunidad ni acceso a la ciudadanía``.
Quienes califiquen recibirán un permiso de trabajo renovable cada dos
años, el proceso se realizará caso por caso.
Las reacciones
no se hicieron esperar. Allí mismo, mientras se daba el anuncio en la Casa
Blanca el presidente fue interrumpido por un hombre que le preguntó si era lo
correcto para Estados Unidos y sus trabajadores. El presidente no vaciló en
responder: ``Esto es lo correcto. Ellos realizan contribuciones extraordinarias a
nuestra sociedad``. De inmediato la ultraderecha republicana reaccionó como se
espera y hasta ya se habla de demandar al presidente.
La tan ansiada
reforma migratoria integral por la que tanto se lucha y se sigue luchando es
una carrera cuesta arriba. En tiempo de Bush tenía todas las posibilidades pero
los acontecimientos del 9-11 en el 2001 la hizo nula. Desde entonces a los
inmigrantes de les estereotipa de terroristas cuando está comprobado que
quienes derribaron las torres no eran personas indocumentadas. De cualquier
manera, el anuncio del presidente es motivo de júbilo porque trae un gran
alivio a la comunidad inmigrante.
Desde este humilde espacio se ha venido abogando por la Reforma Migratoria Integral y se seguirá abogando. La Biblia defiende al extranjero como una prioridad de Dios quien no hace excepción de personas. Es verdad que todo país tiene derecho a proteger sus fronteras pero este un país de inmigrantes, gracias a la contribución de ellos Estados Unidos es lo que es como lo dijo el día del anuncio el alcalde de Nueva York y el mismo presidente.
Desde este humilde espacio se ha venido abogando por la Reforma Migratoria Integral y se seguirá abogando. La Biblia defiende al extranjero como una prioridad de Dios quien no hace excepción de personas. Es verdad que todo país tiene derecho a proteger sus fronteras pero este un país de inmigrantes, gracias a la contribución de ellos Estados Unidos es lo que es como lo dijo el día del anuncio el alcalde de Nueva York y el mismo presidente.
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