miércoles, 16 de febrero de 2011

ENTENDIENDO LO QUE ES LA IGLESIA

Iglesia viene del griego Ekklesía cuyo significado es Asamblea de llamados, se entiende también por ``separado o separada``. No siempre tuvo connotación religiosa porque así se llamaba a la asamblea pública cuando era reunida para comunicar el Euangelion (Evangelio) el mensaje o las noticias que ésta debía de recibir por parte de los representantes de la comunidad. Vale la pena recordar que en el Antiguo Testamento no se habla de iglesia porque el trato de Dios era con el pueblo de Israel a quien había separado del mundo para un trato especial y por medio de él, hablarle todas naciones, la mayoría de los teólogos coinciden en que Israel es la iglesia del Antiguo Testamento.

En el Nuevo Testamento Jesús dialoga con sus discípulos sobre quien decían que era él y quién era para ellos. Pedro le responde: ``Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente``. El Señor viéndolo más directamente le dice: ``Y tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia`` (Mateo 16:18). Eso ha causado controversia acerca de que la iglesia está fundada en Pedro, la verdad es que Cristo promete edificar su iglesia (Ekklesía) no sobre Pedro que es ``Petros`` (Piedra pequeña) sino sobre la verdad que el apóstol acaba de revelar. Roca ``Petra`` es piedra grande, piedra sólida lo que afirma Pablo: ``Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo`` (1 Corintios 3:11).

El mismo Pedro afirmando que la roca es Cristo dice: ``Acercándonos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, más para Dios escogida y preciosa; Por lo cual también contiene la Escritura: He aquí pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; y el que creyere en él no será avergonzado. Para vosotros, pues, los que creéis, él es precioso; pero para los que no creen, la piedra que los edificadores desecharon, ha venido a ser la cabeza del ángulo.`` (1 Pedro 2: 5-7). Pablo dice también: ``Edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor, en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu`` (Efesios 2: 20-22).

Es muy claro que la Roca es Cristo quien al fundar su iglesia espiritualizó los términos ekklesía y euangelion, el evangelio, el mensaje o las nuevas que ésta debe de proclamar ya no con fines sociales o políticos sino en términos de salvación espiritual. Ahora cuando nos referimos a la iglesia nos referirnos a la congregación y no a un edificio como popularmente se acostumbra cuando se habla de la iglesia local porque en términos generales, la iglesia es universal formada por todos aquellos que aceptan a Jesucristo como su Señor y Salvador, son los separados del mundo para un servicio especial a Dios, el de proclamar su evangelio.

A la luz de la Escritura la iglesia se proyecta en tres dimensiones. Hacia adentro en su desarrollo interno como el bebé que necesita ser nutrido ella necesita desarrollarse espiritualmente ``hasta llegar a la estatura del varón perfecto en el conocimiento del Hijo de Dios a la medida de la estatura y plenitud de Cristo`` (Efesios 4:13). Hacia arriba en su relación con Dios por medio de la adoración y alabanza como dice el salmista que nos insta a entrar ``por sus atrios con alabanza``. Alabar es celebrar, glorificar, cantar y alardear mientras que adorar es rendir honores, en la adoración hay quietud, postración reverencia, solemnidad, conciencia de la presencia de Dios. La adoración no es por medio de imágenes ni cosas creadas ni está determinada a lugares específicos sino que ha de ser en espíritu y en verdad (Juan 4:21,24). Hacia fuera en la evangelización y el cumplimiento de la Gran Comisión: ``Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo; Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura`` (Mateo 28:19; Marcos 16:15).

Ya dijimos que quienes pertenecen a la iglesia son todos aquellos que han confesado a Cristo como el dueño y Señor de sus vidas. Son los separados del mundo que están en el mundo pero que no son del mundo (Juan 17:16) los que al ser separados son santificados y declarados santos.

Santo viene del griego ``hagios`` o separado, denota la manifestación de la cualidad de la santidad en la conducta personal. Pedro lo explica así: ``como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia, sino como aquel os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir, porque escrito está: sed santos porque yo soy santo`` (1 Pedro 1:15,16). Santo es todo aquel que vive para Cristo y no como muchos fuimos enseñados en el sentido de beatificar a las personas y hacerlos mediadores y milagrosos, la iglesia es una comunidad de santos.

Quienes obedecieron a Dios en el Antiguo y Nuevo Testamento y el que muere en este mismo instante habiendo reconocido a Cristo como su Salvador descansan de la rudeza de este mundo en espera de la verdadera redención, no como intercesores en el cielo porque el único Intercesor y Mediador es Cristo Jesús que al momento de ascender de nuevo al trono del Padre se sentó a su derecha (Marcos 16:19).

No hay ninguna indicación en la Biblia que quienes han partido con el Señor puedan venir a la tierra para traer algún tipo de mensaje. No sería descanso para ellos el que todavía sigan pendientes de este mundo. El único caso en la Biblia lo encontramos en el primer libro de Samuel capítulos 28: 3-25, cuando Saúl consultó a la adivina de Endor y supuestamente ésta hizo venir a Samuel a petición del rey para recibir consejo. Este ha sido también un tema muy discutido y en que se amparan los que creen en la reencarnación del alma. La pregunta es si fue Samuel o un espíritu engañador. En el supuesto caso de que Dios se lo hubiera permitido Saúl no obtuvo ningún provecho con la venida de Samuel, por el contrario terminó más confundido que nunca pidiendo a su escudero que le clavase la espada y murió vergonzosamente según se lee en el capítulo 31.

Otros hablan de sueños que de hecho en la Biblia son un medio de cómo Dios ha enviado mensajes relevantes en casos especiales y para propósitos especiales más que todo en el Antiguo Testamento, destacándose únicamente José en la interpretación de sueños (Génesis 40-41; Daniel 2). En el Nuevo Testamento con José para advertirle viajar a Egipto y así proteger al niño Jesús de Herodes quien pretendía matarlo (Mateo 2:13,14). Con la esposa de Pilatos para advertirle que no debe crucificar a Jesús (Mateo 27:19) Con Pablo en Alta mar para recriminar a la tribulación por no haber obedecido su voz de no viajar en pésimas condiciones a Roma pero que ahora pueden continuar ya que todos estarán a salvo, excepto la nave (Hechos 27: 23, 24).

En el verso 19 de Mateo Cristo le dice a Pedro que le dará las llaves del reino de los cielos y que todo lo que atare en la tierra será atado en cielo, todo lo desatado en el cielo será desatado en la tierra. También eso ha causado controversia y de ahí lo que muchos creen que Pedro es el portero del cielo. Eso tuvo cumplimiento el día de Pentecostés cuando Pedro lleno del Espíritu Santo predicó su primer sermón y se convirtieron tres mil personas (Hechos 2:13-40).

El liderazgo de Pedro es indiscutible. El mismo que con su carácter vulnerable había negado a Jesús y que tuvo que llorar amargamente al cantar el gallo (Mateo 26:69-75; Marcos 14:66-72; Lucas 22:55-62; Juan 18:25-27). Sin embargo, en el último libro de la Biblia se lee que es Cristo quien tiene las llaves: ``No temas; yo soy el primero y el último; y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades; el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre`` (Apocalipsis 1:18; 3:7).

En el Pentecostés Pedro abrió la puerta para la predicación a los gentiles o a todos aquellos de fuera de Israel, un privilegio que Dios le concedió y a la vez un trato con él, ya que siempre estuvo opuesto a los no judíos. Dios tuvo que trabajar mucho con Pedro a causa de su prejuicio en contra de los gentiles, le fue mostrado un lienzo conteniendo toda clase de animales inmundos para que matase y comiese, como una indicación de que en Dios no hay diferencia (Hechos 10:11-43; 11:5).

Cristo es quien salva y no la iglesia. Las denominaciones son grupos eclesiásticos que predican el evangelio de Jesucristo. Son piezas claves para preservar los valores cristianos y doctrinales que se han visto amenazados o en peligro a partir de la Reforma Protestante tal como la historia lo corrobora. Estas generan diversidad dentro de la unidad del Espíritu para la defensa y preservación del evangelio.

La iglesia universalmente siempre fue evangélica, se mantuvo fiel a la palabra de Dios por más de tres siglos, su modelo de adoración y predicación se basó en el Nuevo Testamento. Todo cambió a partir del año 325 al cobrar fuerza ciertos cambios que se venían gestando desde finales del primer siglo cuando fue declarado proscrito el cristianismo.

Bajo el imperio de Constantino la iglesia experimentó un leve descanso. Cesó la persecución hasta el año 417 en que el primer obispo de Roma Inocente I pretendió juridisdicción universal y autoridad sobre los demás obispos pues aún Roma ejercía hegemonía política y esto hacía que el obispo pretendiera superioridad sobre ellos. Ya para entonces la Iglesia católica Romana se había autodenominado institución salvadora, todo lo contrario de los verdaderos cristianos que se consideraban todos iguales como ``niveladores de la sociedad`` hasta un esclavo podía ser obispo de la iglesia.

El crecimiento de la verdadera iglesia afectaba drásticamente los intereses de Roma y habiendo sido ya proscrito el cristianismo sus seguidores eran devorados por las llamas y los leones en los coliseos. Para el siglo XVI ya se vendía la salvación por medio de indulgencias dando lugar a la Reforma con Martín Lutero, Calvino y muchos otros héroes del cristianismo, lucha que tampoco sería fácil pero que en ella también se veía el cumplimiento de lo dicho por Cristo que ni las puertas del infierno habrían de prevalecer contra la iglesia (Mateo 16:18).

BIBLIOGRAFÍA

Hurlbut, Narro, Flower. La Historia de la Iglesia Cristiana. Editorial Vida Edición 1979.

Baker, Robert A. Compendio de la Historia del Cristianismo. Casa Bautista de Publicaciones, derechos reservados 1974.

Gonzales, L. Justo. Historia del Cristianismo. Editorial Unilit, edición 1994.

Leonard, Bill J. La Naturaleza de la Iglesia. Casa Bautista de Publicaciones, edición 1989.

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