Agradecer dice el diccionario que es corresponder con gratitud a un favor. Agradecimiento es acción y efecto de agradecer. Robinson Crusoe dijo: ``No hay condición en la vida que sea tan miserable en la que no se pueda encontrar algo para estar agradecido``.
Corría el año de 1621 cuando los primeros peregrinos descendían del barco May-Flower y llegaban a las costas de Massachusetts, en el este, de lo que el capitán John Smit bautizaría con el nombre de Colonia Plymout, después de permanecer unos 66 días en el mar procedentes de Inglaterra, al haberse aventurado en busca de libertad de culto, ya que allá eran perseguidos por sus creencias religiosas.
Entre los siglos XVI-XVII en Inglaterra se había levantado un grupo defensor de la pureza del cristianismo (llamado los Puritanos o Separatistas de inspiración calvinista que también se resistían a rendir honor al imperio) ante las pretensiones de la Corona de reintroducir el romanismo y oscurecer el movimiento reformista que había iniciado con Lutero. Ya en las costas de Massachusetts se dice que redactaron un documento aún a bordo de May-Flower defendiendo la libertad de culto, uno de los principios que más tarde formarían parte de la Constitución de Los Estados Unidos.
Una vez que pasó el tiempo de la cosecha el gobernador William Bradford reunió a los indios que de hecho se habían portado muy amigables con los recién llegados y ya unidos designó un día de agradecimiento y oración. ``Todos ustedes y peregrinos con sus esposas y sus hijos reúnanse en la casa comunal para escuchar al pastor y dar gracias a Dios Todopoderoso por todas sus bendiciones`` Esta práctica se repitió con frecuencia hasta que fue recomendado por el congreso un día anual para agradecer a Dios.
En 1789 George Washington declaró un día en el año para dar gracias y seis años después en 1795 se apartaba un día con ese objetivo por considerar que eso contribuía para el bienestar general. En 1815 también fue aprobado por el presidente Madison solamente que era en fechas esporádicas y en 1863 es oficializado por Abraham Líncoln, el último jueves de Noviembre.
La historia dice que el primer año en su nueva tierra los colonizadores ingleses sufrieron mucho teniendo que enfrentar infinidad de peligros y necesidades, pero su relación con el Dios a quien servían devotamente les mantuvo firmes por lo cual no se cansaban de alabarle por sus múltiples favores.
Cuando leo acerca de lo que dio origen a la fiesta de acción de gracias en Estados Unidos, pienso en la necesidad, y más que necesidad, un deber el ser agradecidos con el Dios Todopoderoso por sus muchas bendiciones que recibimos a diario y aún por aquellas cosas que no siempre son de nuestro agrado porque en todo él tiene un propósito para nuestra vida y ese propósito siempre es para bien.
No encontramos en la Biblia otro personaje que haya enfrentado la adversidad con valentía y humildad como Job. El dice: ``Yo conozco que todo lo puedes, y que no hay pensamiento que se esconda de ti`` (Job 42:1). La Biblia de Estudio Pentecostés explica este verso diciendo que Job confesó ``(1) que Dios todo lo hace para bien; (2) que todo lo que Dios permite que ocurra lo hace con sabiduría y con propósito; y por tanto (3) que incluso el sufrimiento de los justos tiene sentido y propósito divino``. El apóstol Pablo hablando a la iglesia de Tesalónica dice: ``Dad gracias a Dios en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús`` (1 Tesalonicenses 5:18).
Lamentablemente no todos tenemos desarrollado el espíritu de gratitud. Somos más dados a pedir quizá porque en nuestra cultura, la mayoría crecimos con esa idea de acudir a Dios solamente en tiempo de necesidad y cuando si era que se acudía al templo, era más para pedir que para agradecer. Muchas veces escuché de personas regresar del templo diciendo ``ya vengo de pedirle a Dios`` o voy a la iglesia a pedirle a Dios``. No estoy diciendo que esté malo puesto que el mismo Señor dice: ``Pedid y se os dará; buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá`` (Lucas 11:9). ¿A quién más pediremos si no es a Dios que es la fuente de todas las bendiciones? Pero ganamos más cuando le alabamos, le adoramos, cuando manifestamos ante él nuestro espíritu de gratitud. El salmista David decía: ``Bendice alma mía, a Jehová, y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios`` (Salmo 103:1,2), Juan en el libro de Revelación dice: ``La bendición y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y la honra y el poder y la fortaleza, sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén`` (Apocalipsis 7:12).
El alabar a Dios es la principal característica de un creyente convertido, contrario al espíritu del mundo que persigue el endiosamiento del hombre. Pablo le dice a los creyentes de Filipos: ``Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez os digo: ¡Regocijaos! Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres, el Señor está cerca. Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias`` (Filipenses 4:4-6).
Lamentablemente muchos miden el bien con tener bienes materiales sin importar su condición espiritual. Cuantas veces escuchamos decir: ``Ya fulano o don fulano está bien`` simplemente porque tiene propiedades, fincas, negocios productivos y que goza de una mejor posición social. Todo es bueno para vivir en esta tierra y que de hecho lo necesitamos, ¿Pero que si tuvieras que partir hoy de este mundo? ¿Está preparada tu alma?
La Biblia habla del rico insensato que un día se jactaba de sus riquezas: ``Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré porque no tengo donde guardar mis frutos? Y dijo: esto haré: derribaré mis graneros y los haré aún más grandes y guardaré todos mis frutos y mis bienes; y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate. Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has acaparado, ¿de quién será? Así es el que hace para si tesoro, y no es rico para con Dios`` (Juan 17-21). Jesús también dijo: ``Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?`` (Mateo 16:26). No es malo el ser rico pero si es malo el confiar en las riquezas y más cuando no se es agradecido.
Estados Unidos con todos sus defectos como país, es y sigue siendo, la tierra prometida para muchos. Recientemente hablaba con una joven iraní que nos atendió en un restaurante, ocasión que aproveché para preguntarle acerca de su impresión con respecto al país, me dijo conocer casi toda Europa y parte de Asia y si bien la vida se torna (según ella) mucho más tranquila allá, las oportunidades económicas de aquí son mejores, ella misma viene tres meses en el año a trabajar para cubrir su carrera de Arquitectura en su país natal.
Muchas de las bendiciones de que aquí se goza y de las cuales disfrutamos y se benefician nuestros países, se debe a que es un país que nació bajo profundos principios cristianos, pues los peregrinos venían buscando libertad de culto y aquí la encontraron. ¡Cuánta emoción sentirían cuando el propio gobernador les pidió congregarse para agradecer a Dios..! De aquí llegó el evangelio a Latino América, a muchos países del mundo y sigue siendo un fuerte exportador del mensaje de salvación porque a obedecido el mandato de; ``Id y haced discípulos a todas las naciones; Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura, el que creyere y fuere bautizado, será salvo, mas él que no creyere será condenado`` (Mateo 28:19 y Marcos 16:15).
Los peregrinos tenían suficientes razones para estar agradecidos con Dios. El primer año había sido muy difícil para ellos como a cualquiera, pero en el segundo vieron el fruto de su esfuerzo, la cosecha de maíz fue abundante, de hecho fue por medio de los indios que conocieron el maíz y ahora celebraban una cena comiendo pavos, aunque no está del todo claro porque llamaban ``pavo`` a cualquier ave, pero el menú también consistió de pescado, bayas silvestres, berros, langostas, fruta seca, almejas, carne de venado y ciruelas.
De igual manera todos tenemos el deber de ser agradecidos, en primer lugar, por la vida que Dios nos da ya que de acuerdo a la Biblia, él es quien la da y la quita. Por la salud, nuestros alimentos, por nuestros padres, nuestros hijos pero ante todo por haber enviado a Jesucristo, su Hijo, para morir en nuestro lugar como la manera más sublime de manifestar su amor, el texto de oro dice: ``Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en el cree, no se pierda, mas tenga vida eterna`` (Juan 3:16).
Volviendo a Estados Unidos, para nadie es un secreto como el país se ha venido degradando aprobando y promoviendo leyes anti bíblicas como el derecho al aborto, el matrimonio del mismo sexo que es contra naturaleza. Leyes que contradicen los principios y valores sobre los cuales fue fundada como nación y que ahora ya siguen su ejemplo países latinoamericanos, pues como alguien dijo: ``Si a Estados Unidos le da gripe, a América Latina le da pulmonía``.
Hablando de inmigración, este es un país de inmigrantes, los únicos que podrían jactarse de ser ``americanos genuinos`` son los nativos e indios americanos y sin embargo, estos no lo hacen. Es verdad que muchos de nosotros como inmigrantes no solemos comportarnos como tales como sucede en cualquier país del mundo, pero si quisieran verlo por el lado positivo, siendo justos y honestos, es mucho más lo que aportamos a este país. Por tanto exhorto a mis colegas pastores y ministros a seguir educando a nuestra gente a ser ciudadanos y personas ejemplares, respetar las leyes y ser agradecidos. Ya lo dije, con todos sus defectos es un país fundado sobres principios bíblicos y el sólo hecho de dedicar un día en el año para dar gracias a Dios, es un ejemplo de gran valor para todos los países del mundo.
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